Descripción
La Depilación Láser
Un poco de teoría, sobre el la depilación Láser
Cuando la luz del láser incide sobre nuestro cuerpo, encuentra su camino en una sustancia llamada melanina, que es la que da color y está contenida tanto en el pelo como en la piel.
En el caso del pelo, la energía del láser viaja por su melanina a lo largo de él, hasta llegar al fondo, donde se encuentra el folículo piloso (responsable de su crecimiento) que queda destruido por acción térmica.
Hay casos en los que tras varias sesiones de depilación, coexisten en la zona pelos gruesos y finos, y estos a diferentes profundidades. Los gruesos son de nuevo crecimiento, los finos son los debilitados por sesiones precedentes depilatorias, en las que no se ha logrado la total inhabilitación del folículo.
La depilación láser consiste básicamente en aplicar la energía suficiente para calentar la raíz del vello hasta disminuir su densidad y grosor, sin afectar los tejidos vecinos. Existen tres fases de crecimiento del vello:
1- Anágena: Etapa de crecimiento, cuando una hebra de pelo está más fuerte.
2- Catágena: Etapa de transición, cuando la hebra comienza a desprenderse del folículo.
3- Telógena: Etapa de desprendimiento, cuando el cordón cae y es reemplazado por un nuevo vello.
Se necesitan 150 días o más para completar el ciclo de crecimiento total del vello.
Identificar el tipo de piel es fundamental para obtener resultados
La escala de Fitzpatrick que se grafica a continuación, es utilizada por los médicos para clasificar los diferentes tipos de piel humana. Se dice que una persona tiene piel tipo I, II, III, IV, V o VI, siendo las tipo VI las más oscuras.
Dependiendo de su tipo de piel se utilizará un láser diferente para obtener los mejores resultados sin sobrerreacciones.
– Tipo I Piel blanca pálida. Siempre se quema, nunca se broncea.
– Tipo II Piel blanca. Se quema fácilmente y se broncea de manera mínima.
– Tipo III Piel de color café claro. Se quema moderadamente y broncea de manera uniforme.
– Tipo IV Piel café moderada. Se quema mínimamente y siempre broncea bien.
– Tipo V Piel café oscuro. Rara vez se quema y se broncea de manera profunda.
– Tipo VI Profundamente pigmentado de color café oscuro a negro. Nunca se quema.
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